EL LIBRO AZUL
Hugo Rafael Chávez Frías.
PENSAMIENTOS
“¿Dónde iremos a buscar modelos? La América española es original. Originales han de ser sus instituciones y su gobierno. Y originales, los medios de fundar unas y otro. O inventamos o erramos”. “La América no debe imitar servilmente, sino ser original”.
Rodríguez, Simón
“Usted formó mi corazón para la libertad, para la justicia, para lo grande, para lo hermoso. Yo he seguido el sendero que usted me señaló”.
Bolívar, Simón. Pativilca, 19 de enero de 1824. Al Señor Simón Rodríguez
“La causa que sostenemos, que no es otra que la verdadera causa de los pueblos, la República genuina, la Federación, vuestro heroísmo, debe ser premiada con el triunfo de los principios y el derrocamiento consiguiente de la tiranía. ¡Viva la Federación! ¡Viva la verdadera República! ¡Viva y para siempre, la memoria de los patriotas de nuestra independencia, de los hombres del 5 de julio de 1811, los que en el Acta gloriosa dijeron a los pueblos: Federación! Que se cumpla, pues, después de tantos años”.
Zamora, Ezequiel. 23 de febrero de 1859.
PRELIMINAR
Vivimos, efectivamente, una era donde las ideologías parecieran extinguirse. El “fin de las ideologías”, así la han llamado no pocos estudiosos de la época.
El fenómeno adquiere mayores proporciones en América, particularmente en Venezuela, donde la gran mayoría de los partidos políticos, surgidos paralelamente
al proceso de industrialización, derivaron en organizaciones de corte populista, totalmente vacías de contenido ideológico.
Por otra parte, se ha dado persistentemente la tendencia, en nuestros pensadores contemporáneos, de buscar modelos en otras latitudes para importarlos y tratar de
implantarlos en nuestras sociedades.
Mientras tanto, nuestros pueblos se han ido alejando cada vez más de sus raíces históricas, allí donde seguramente se encuentran las claves para descifrar el terrible
enigma que nos mantiene en un ir y venir por el abismo de la historia, ya a las puertas del siglo XXI.
Las ideologías son ayudas de navegación para surcar los tiempos y los espacios, dándole rumbos precisos a las sociedades y a las naciones.
Y es, precisamente, en este marco desideologizado y con el propósito de hallar recursos válidos para que nuestro pueblo avance por el mapa intrincado y complejo del futuro que nos hemos atrevido a invocar un modelo ideológico autóctono y enraizado en lo más profundo de nuestro origen y en el subconsciente histórico del ser nacional.
En la médula del pensamiento de don Simón Rodríguez se encuentra la simiente de un proyecto de sociedad basado en la educación popular y en la creatividad. Simón Rodríguez concibe la idea concreta de la República y talla las formas del Estado Nacional y las líneas geohistóricas de su proyección en el tiempo. Continuar leyendo
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